puntos suspensivos (I)

Hay ganas de no tener ganas de nada y quizá ganas de todo en el mismo minuto.
De escribir como si fuera el último rato como si mis manos cumplieran mañana sentencia de muerte. Y mi mente traspasara el umbral de la “preamnesia"
De gritar o quedarse mudo,de irse y no volver, de toparse con el mundo, y mentirle diciendo que no es tan grande...
de decirle a alguien lo que nunca antes te habías atrevido a decir.
De escaparse y vagar calles que ya te habías olvidado porque no las pisabas hacia años…
Temías su recuerdo, su contexto, pisar ese asfalto…
Calles sin nombre, pero que escuchan, incluso tienen memoria.
Hay ganas de llorar en la noche caminando,y gritarle a alguna farola o, al cielo mismo y echarle la culpa. Y sacar el miedo sólo por mi boca…

Hay ganas de quedarse esperando el reto que da la vida, sentado en algún portal lejano...

Niégame

Niégame, niégamelo ahora
en esos aires altos.
Húmedos.
Llenos de silencios imposibles
sobre ese ático que sabe
nuestro secreto
nuestros nombres,
nuestra equívoca voluntad
de destruirnos estúpidamente...

Niégame bajo ese cielo tan grande
a la noche que se empequeñece
en un círculo que nos acorrala
cuando aparezcamos entre sombras.
Ahí, al lado tuyo. Aquí en el mío
Contemplándonos
a sorbos
a palabras evaporándose
tan dentro...y los ojos
sabiendo el mismo idioma,
salen nuestras voces,
las que no se ven,
las más íntimas,
las que apenas suenan,
las enemigas que saben de verbos
prohibidos y adjetivos
que comprometen.

Nombres sin sentidos…

Sopla la noche
y una melodía oyéndose en un hilo
de grito y un piano
retumbando maldito...

Siluetas de tinta escarlata,
somos
siluetas con sangre que quema
ardiente,vaho púrpura.
Al tacto sensible,
rompamos
lo que nos consume.
la sed al roce,
el relámpago entre dos bocas…


Niégame.
Niégame que habrá más noches
como ésta, como la otra,
aquella, este aquí,
aquí inmortal
siempre nos acogerá...
mientras, espera.

Lleva mi piel contra la tuya,
erízame el aliento
orea la nuca con sólo un dedo, y..
búscame adentro y
cuando encuentres esa frase
haz resumen,date cuenta.
Exprímela y olvida...
despúes aráñame adentro,
Aráñame.Aráñame con ganas.
Con ganas, con furia..
porque sabré a que sabe
la evidencia, el delatarse,
la agria torpeza,
tu dolor.
Mi equivocación, y sabrás
qué hay... quién soy.
Verdad entera,
enterada verdad...


Y el vértigo de la culpa vendrá y bajaré calles
calles abajo,antes que tú, corriendo...
agitaré mis piernas, mis pasos, rápidos y
negaré los días que no se fueron
para que no dejen, no dejen
más huellas en esas calles que tienen memoria.

Niégame, hazlo y cállate
estando lejos…

Sediento

Querida Elena

Te escribo durante la últimas horas que pasaré en Madrid, la última noche aquí y la más intensa que recuerde. Mañana temprano cogeré el primer tren que salga de la estación. Me llevará hasta Barcelona, allí me quedaré unos días en casa de un amigo hasta que consigamos pasar la frontera. Después partiré a Perpignan, hoy por hoy, ese es uno de mis paraderos que puedes conocer. Tal vez no conocerás otro, o tal vez sí, estás viendo que uno no sabe ni elige donde se queda.
No sabes cuanto deseo abandonar Madrid. Todo esto se ha convertido en escoria. Vivir aquí es sobrevivir con miedo, con un miedo que nos hace ser a todos mas miseria que antes, que nunca. Marcharme de Madrid, abandonarle así ,a solas va a ser difícil, no puedo negarlo, pero aun así a la larga será un acierto. Todo lo que habré hecho habrá merecido la pena. Y es que sé que esa Francia de la que muchos hablan, me va a esperar tanto… el único país en el que confío en estos momentos. Dicen que si no arriesgas no ganas, creo nadie puede tacharme de lo contrario. Cuando uno arriesga siente esa sensación de ausencia de ver todo lo que está dejando atrás como en una pantalla de cine, secuencia tras secuencia, tal vez sea necesario eso para conseguir lo que uno se propone. Sé que en ese atrás se quedará por mucho tiempo este Madrid, ese Madrid que ya desconozco, y esta discordia que nos recorre a más de uno por nuestra sangre se hará un día concordia.. hasta ese Madrid que nos acogió una noche de otoño a ti y a mi en una plaza de la que no hace falta decirte el nombre ..se ha desvanecido casi por completo. Lo último que queda de ellos se irá poco a poco…sin decirnos adiós. Ya sé que los años se nos han echado encima, y que a veces arrojamos todo para que no vuelva...más deprisa de lo que queríamos.
No pretendo pedirte nada. A lo mejor no tiene algún sentido pensar ahora en lo que tú y yo estamos pensando ...en estos tiempos que corren. No lo sé, pero si algo sé es que nunca es tarde para volver a empezar...

Daniel


2 de Octubre de 1939

Soledad urbana

...Ya es una ciudad arrinconada en el retiro de sus gentes. Abandonada por el aburrimiento, el sopor de tronío y la movilidad vacacional de fechas claves. Ahogada por riadas de silencios y vientos de solera que axfísian cualquier parte donde uno pise asfalto o callejuela de adoquín.

Sus entrañas secas y sus desoladas arterias encarnan un eco que encauza melancolía y vaga el invierno en memoria sobre ellas, sus calles que chirrían de canícula, su sobriedad secana autóctona y el desencanto de transeúnte...
Ambientes que se reprimen en espacios obsoletos.
Amargo territorio habitable por resignación y desánimo porque la rutina laboral en muchos pervive…
Su sola solitud urbana, sólo la soledad urbana es la cotidianidad de un sentimiento tan despierto que se sumerge lentamente, poco a poco en Murcia, a pesar de que ésta duerma añorando septiembre…

Verano en la noche

Noches sobre la arena.
Entre brisas que vienen con sal
y se van con dulces acordes de guitarra.
Hace envolvernos suavemente
como si una niebla invisible
se esparciera como libertad en el sueño
e independencia a todos nuestros sentidos.

Sensaciones estrechadas,
recuerdos de ciudad
se alargan en una memoria
que lentamente desaparece.
Despacio se olvida.

Y ahora damos importancia al momento.

A esas noches en madrugada
donde la luna tan sólo es cómplice.
Vigilante,guardiana de plata gabardina..
Y el mar escarlata nos sumerge
en la bebible magia de su sonido.
Caemos,caemos
a la profundidad de un insomnio
como sombras quemando aires marinos
ante una lucha de alientos,
tumbados siendo hogueras por dentro,
y fogosidad nocturna por fuera.

Confundida
La sinfonía de un oleaje
con la de un palpito
junto a los inconfundibles
deseos dibujados en la retina,
balbuceos jadeantes,
y un…grito
da el fin...
después
concedemos un minuto a
un suspiro
que ensombrece
las sombras del mar escarlata,
su sonido,el cielo,la luna

y nuestras malditas conciencias…

Estaciones de ánimo

Harto de relojes que atan al tiempo.
De botellas de ron que hacen de la felicidad una mentira.
De momentos que la vida ignora,harto de utopías y de aquellas
que dicen que son sólo verdades prematuras,pero aún así ningunas paren.Nunca llegan.Ninguna.Harto de los castillos de arena cuando son sólo chabolas de ilusión donde las metas sobreviven soñando refugiadas en horizontes...
Harto de ver la vida sentada en un banco,en un parque donde las hojas como los ánimos fácilmente caen, cuando la música de James Blunt se encuentra a mi espalda,coloreando el verano de otoño,cuando la melancolía aún más se pinta de acuarela. Harto de largos silencios que muerden resignándome hasta saborear el gusto por lo imposible. Harto de amanecer sosteniendo con la mirada todo lo que soñé la noche pasada,y saber para entonces que los sueños, científicamente demostrable siempre han sido y sólo son sueños…

Largos silencios

A pulso nocturno.
A latido humano.
Largos silencios
recorren a golpe de vértigo
los fondos inobservables de un cuerpo,
los recodos donde se esconden
las soledades recogidas
tras un rincón…
imborrable.

Pulso a pulso,
a espasmo seco
se hace escuchar
el motivo por todo.
Todo lo que se esconde,
vuelve como nunca.

Largos silencios desentierran
palabras malditas,
sus sonidos en un
minuto
se plasman eternos,
evocan la canción
que recuerda
a un entonces
a piano una música aún vive
desprende colores antiguos,
retazos de un pasado..
que nuncan prescriben.

Largos silencios
encienden luces de vela,
se alumbra la verdad.
Y los respiros se quiebran,
y la mirada se ahoga en miedo
observando la calle olvidada...

...la calle olvidada de los secretos.




La única calle que no es de todos.